El trineo surgió como medio de transporte en el norte de Europa; esta herramienta estandarizada se divulgó también en el ámbito de la diversión. Para practicar estas disciplinas a nivel aficionado, es suficiente disponer de una ligera pendiente. En general, los terrenos son propiedad privada y se corre el riesgo de incurrir en desagradables altercados. Por eso es mejor hacerlo en un parque de nieve, en áreas equipadas expresamente para deslizarse por la nieve con los más variados medios, y para divertirse de manera insólita.

En Saint-Oyen, en el valle del Gran San Bernardo, hay una pista de trineo homologada a nivel nacional.