Apartamentos de varios tamaños en un edificio señorial del siglo XVII, en el centro peatonal de Aosta, con un total de 10 camas. A pocos minutos a pie hay un aparcamiento gratuito durante toda la duración de la estancia; el estacionamiento dispone también de una wall box para cargar cualquier automóvil eléctrico (el servicio no está disponible de 8:00 a 19:00 h. los días laborables).
Se sumergirá en la vida de la ciudad y al salir de la casa encontrará bares, pastelerías, restaurantes, supermercados, productos típicos y ropa. Y, además, librerías, spas, centros de masajes y de belleza: siempre algo nuevo e interesante.
Via Croce di Città corresponde al antiguo “cardo” de la ciudad romana, por lo que estará envuelto por los principales sitios arqueológicos de la ciudad.
Durante el período navideño, el teatro romano de Aosta alberga los famosos mercados de Navidad. En un entorno monumental sugerente, puede descubrir muchos productos artesanales locales.
Si desea pasar unas vacaciones en clave de esquí, puede llegar al teleférico a Pila en 15 minutos a pie desde la casa o en dos minutos en coche desde nuestro estacionamiento privado. Aosta está en el centro de la región; en unas pocas decenas de kilómetros se hallará en las principales estaciones de esquí y podrá cambiar de pendiente todos los días de sus vacaciones, dependiendo de las condiciones meteorológicas y del estado de la nieve.
El Valle de Aosta es rico en monumentos: castillos, fortalezas y restos romanos, todos fácilmente accesibles desde Aosta.
En el valle de Aosta se encuentran las cadenas montañosas más altas de Europa: el Monte Bianco (4810 m), el Monte Rosa (4634 m), el Cervino (4478 m) y el Gran Paradiso (4061 m). Necesitará muy poco tiempo para llegar, bien en automóvil o en transporte público, a las montañas más majestuosas de los Alpes; en ellas hay innumerables rutas de senderismo, tanto para principiantes como para expertos.
¿Quiere vivir una emoción especial? Suba al Skyway, el nombre con el que se ha bautizado el nuevo teleférico del Monte Bianco. Le llevará hasta los 3434 m de Punta Helbronner, donde puede disfrutar de una vista impresionante: por un lado, el Monte Bianco; por el otro, el Dente del Gigante y el Vallée Blanche. Una experiencia que, por sí sola, ya justifica el viaje.