Mont-Blanc
El Mont Blanc, la octava maravilla del mundo

Para muchos, el Mont Blanc es simplemente la montaña más alta de Europa. Sus 4810 m ciertamente confirman ese predominio indiscutible. Pero el Mont Blanc es mucho más que eso en términos de excepcionalidad, historia y naturaleza. El Mont Blanc posee una historia sin igual; a lo largo de los años ha sido expectador inerte, causa y objeto de infinidad de empresas, de desafíos.
En estos lugares se hicieron los primeros intentos de escalada (los primeros en ascender a la cumbre del Mont Blanc fueron el buscador de cristales Jacques Balmat, de 24 años, y el médico de previdencia social Michel Gabriel Paccard, de 29. Era el nacimiento del alpinismo. Con un equipamiento adecuado y un acompañante experto se puede vivir el Mont Blanc: sentir la nieve que cruje bajo los crampones y veder el juego de luces y colores que la nieve ofrece mientras se avanza hacia la cumbre (por la vía italiana o por la francesa).
Igualmente sugestivas son las emociones que se experimentan subiendo en funicular al techo de Europa (el "tour du Mont Blanc”: Courmayeur – Punta Helbronner – Aguilles de Midi – Chamonix), que permite detenerse a varios niveles para poder admirar el panorama, el jardín botánico Saussurea y la exposición de cristales.
Webcam
Vista desde el Colle San Carlo - Morgex