El helicóptero permite experimentar de forma inolvidable del Valle de Aosta, una región que, a través de las líneas y perfiles nevados de las montañas más altas, proyecta, por naturaleza, sus siluetas hacia el cielo.

Las peculiaridades del vuelo en helicóptero son que el despegue y el aterrizaje se realizan en vertical, que se puede volar hacia atrás y que se puede "aparcar en el aire", es decir, parar de forma estable en un punto fijo -como si fuese un gancho suspendido en el cielo- desde el que se pueden contemplar objetos y "dianas" fotográficas a breve distancia, en fases de aparente inmovilidad que recuerdan el vuelo de una libélula, precursor biológico de esta máquina voladora.

Los vuelos turísticos cruzan nuestros cielos siguiendo trayectos estudiados, por entre cimas, castillos y paisajes alpinos. Los recorridos disponibles son: la Aosta romana y los castillos de Quart y Fénis; la Aosta romana y los castillos de Aymavilles, Sarre y Saint-Pierre; el paso del Gran S.Bernardo, el Mont Velan, el Grand Combin y la Cuenca de By; la ruta del Cervino, del Monte Rosa, del Mont Blanc y la que combina todas las cimas y castillos.

El helicóptero utilizado es un monomotor a turbina, seguro, inspeccionado y con prestaciones de alto nivel; puede alcanzar una velocidad de crucero superior a los 260 km/h con una autonomía de casi 1.000 km. A bordo hay cabida para hasta 7 pasajeros, en una cabina espaciosa, cómoda y fácilmente adaptable según las exigencias, puesto que no hay estructuras internas complicadas.

Toda la información detallada sobre horarios, tarifas, meteorología y equipamiento aconsejado está disponible en el siguiente enlace